Santa Catalina de Siena es la santa que inspiró este monasterio, donde el silencio encontró su voz en los colores vivos de sus muros y en los pasadizos empedrados que confluyen en la hermosa plazoleta mayor.
Ciudadela de mujeres dedicadas a la oración, la caridad y la confección de los más deliciosos postres que el paladar pueda imaginar; Santa Catalina es, más que un monasterio, un crisol de secretos que el visitante puede apenas vislumbrar a través de sus recintos, pero cuya verdad quedará entre sus muros para siempre.
La historia del Monasterio de Santa Catalina se remonta al siglo XVI. Cuando los españoles ya estaban asentados en Perú, Francisco de Toledo visitó la ciudad de Arequipa y escuchó los deseos de sus pobladores, quienes pedían la creación de un lugar en el que las monjas pudieran realizar su trabajo y tener la vida religiosa que deseaban. Así, el virrey ordenó la construcción de un gran monasterio sin saber que, años más tarde, se convertiría en uno de los más importantes del país.
El 10 de septiembre de 1579, cuando la ciudad de Arequipa ni siquiera había cumplido 40 años desde su fundación, se inauguró el Monasterio de Santa Catalina, una auténtica joya de la arquitectura colonial que se mantiene en pie hasta nuestros días y cuyas calles podrás recorrer a pie.
Las primeras monjas que habitaron aquí provenían de diferentes partes del país y diversas clases sociales: eran criollas, mestizas e incluso hijas de curacas, los jefes políticos del Imperio Inca, pero todas compartían una característica principal: contaban con la misma devoción religiosa.
Así, el Monasterio de Santa Catalina acogió durante años a cientos de monjas que vivían sin prácticamente ninguna conexión con el exterior hasta que, en 1970, decidieron abrirlo al público para que todos los turistas y ciudadanos de Arequipa pudieran conocer y disfrutar de este enigmático lugar.
Desde entonces, el Monasterio de Santa Catalina se ha convertido en una parada obligatoria para los turistas que llegan a la Ciudad Blanca.
Los días 10 de cada mes y los últimos domingos de cada mes, el precio del ingreso al Monasterio de Santa Catalina es de S/10.0 por persona (sólo para el peruano).
Para más información, visite la página del Monasterio de Santa Catalina.